El filósofo y su alumna
Ensayo, 96 pp.
ISBN: 978-987-554-226-6
«Casi no sé de quién son estas manos», dice el primer verso de un poema de Juan R. Wilcock. La perplejidad ante las manos propias o ajenas no fue ignorada por los filósofos. Descartes la expresa en la primera de sus Meditaciones. Más inexplicablemente, Heidegger le señalaba a Jaspers las manos maravillosas de Hitler.
En otro registro, Abelardo, recordando sus lecciones a Eloísa, anota que «las manos iban a los senos más que a las páginas de los libros».
El nuevo libro de Marcelo N. Abadi propone un recorrido personal por la Filosofía donde las manos sugieren la carnalidad del pensamiento.